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Muestra s.XXI   Leopoldo DE LUIS


Leopoldo de Luis







Los interesados pueden encontrar más información sobre los poetas incluidos en esta Muestra Siglo XXI de la Poesía en Español en la base de datos I.R.P.E., actualizada hasta mediados de 2004 y que permite búsquedas paramétricas (36 parámetros) sobre 4700 poetas de la lengua castellana.
Ver detalles en: I.R.P.E. versión 2.0

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  Análisis Arquetípico
   

BIOGRAFÍA.
Córdoba, España, 1918. Maestro. Ensayista, antólogo. Dir. col. Mensajes, periodismo literario. Directivo de la A.E.A.E. Colaborador del I.R.P.E. Miembro Honorario, A.P.P. Medalla de Oro, Círculo de Bellas Artes de Madrid. Nombre civil: Leopoldo Urrutia de Luis. Hijo: poeta Jorge Urrutia. Poemarios publicados: Alba del hijo (1946), Huésped de un tiempo sombrío (1948), Los imposibles pájaros (1949), Los horizontes (1951), Elegía en otoño (1952), El árbol y otros poemas (1954), El padre (1954), El extraño (1955), Teatro Real (1957), Juego limpio (1961), La luz a nuestro lado (1964), Aquella primavera, Málaga (1967), Poesía 1946-1968 (1968), De aquí no se va nadie (1968), Con los cinco sentidos (1970), Poesía 1946-1974 (1974), Igual que guantes grises (1979), Entre cañones me miró (1981), Una muchacha mueve la cortina (1983), Del temor y la miseria (1985), Otra vez con el ala en los cristales (1986), La sencillez de las fábulas (1988), Los caminos cortados (1989), Reformatorio de adultos (1990), Aquí se está llamando (1992), Despedida en San Roque (1994), Casisonetos de la última tuerca (plaq. 1996), Poesía de postguerra (plaq. 1997), En las ruinas del cielo de los dioses (1998), El portarretratos (2000), Generación del 98 (2000), Elegía con rosas en Bavaria (2000), Poemas últimos (plaq. 2001), El mar y tú (plaq. 2002), Cuaderno de San Bernardo (2003), Obra poética 1946-2003 (2 tomos, 2003). De poesía: Poesía social contemporánea (1965), Poesía religiosa (1969), Poesía aprendida (1975), Antonio Machado, ejemplo y lección (1975), Vida y obra de Vicente Aleixandre (1978), Carmen Conde. Biografía, estudio, antología (1982), La vida y la obra de Leon Felipe (1984), Reflexiones sobre mi poesía (1985), Morenas de Tejada: un modernista olvidado (1986), Ensayo sobre poesía andaluza del siglo XX (1986), La obra de Miguel Hernández (1994). Premios a poemarios: Ausías March (1968), Nacional (1979), Francisco de Quevedo (1980), Prov. de Guadalajara J.A.Ochaíta (1988), Odón Betanzos (1992), Villa de Rota (1982), Alamo (1976), Pedro Salinas (1952), Indice (1953), Boscán (1953), Angaro (1979), Prometeo de la Poesia (1988), Prometeo de la Poesia (1990), Miguel Hernández (1981), Miguel Hernández Internacional (1999), Pablo Menassa de Lucía (1999), Teresa de Avila (obra, 2002) Fund. Valparaíso (2002), Letras Españolas (obra, 2003).
Sobre su obra: Cáceres Peña, Jose A. de: La poesía de LL (1970); Zardoya, Concha: LL (1982); Refojos de Co, Elena: LL o la palabra densa (1983); Finassi, Miquela: La poesía de LL (1987).
Ficha en el I.R.P.E.: E0056.

EL BUSCADOR DE HUELLAS

Yo soy el viejo buscador de huellas
a través de caminos y paisajes
por donde dejan rastro el fugitivo,
el caballo espantado, el joven toro
robado en el azar de la manada.
Por cansadas planicies amarillas,
por prados escoltados de rocío,
entre arboledas y cerrados bosques,
hundido en pantanosos llamazares,
atravesando manchas de robledos,
abriendo brazos de sombrías hayas,
más allá de encinares abatidos,
pisando barro genesíaco y torpe,
entre cañadas que deshace el viento,
anémonas y leños calcinados,
barrancos y quebradas y pendientes
botánicas umbrías, peces muertos
en lagunas de légamos podridos,
telúricas tormentas o solanas
de fuegos que crepitan, lluvias tercas.
Desbrozaban pezuñas animales
del pie humano el diseño solitario.

Yo atravieso desiertos donde el polvo
de dunas y de médanos inhóspitos
la cruz de las pisadas desordena.
Bajo desde altozanos como pechos
de rocas enemigas, tal mujeres
de piedra y soledad. Desciendo escarpas
donde me acosan los caprinos saltos
y cruzan los rebecos su pavura.
Yo develo veredas entre arbustos
donde el huido jadeó su angustia.
Me arañan los ramajes desgajados,
me ciega la ceniza y la garganta
cierra su amargo alambre tras la lengua.
Frondas lluviosas caen sobre mis hombros.
Contemplo el sol sangrante del ocaso
y me besa la madre de la noche.
Canto las maravillas de la luz
en los amaneceres violeta
y esquivo el coletazo del león
del mediodía gualdo e inclemente.
Yo voy buscando rastros, señas, pistas
hasta que, fatigado, un día llego
al umbral de un refugio. Estoy seguro
de que lo reconozco: esta es mi casa.
Entonces me doy cuenta: en este aciago,
en este inicuo caminar, tan sólo
perseguía las huellas de mí mismo.

(Inédito, 2003)