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BIOGRAFÍA.
Buenos Aires (Argentina), 1886-1950.
En 1892 viajó a España, patria de sus padres, y pasa allí los años decisivos de la infancia, que habrían de dejar su impronta en La patria desconocida y en Aldea española; regresó a la Argentina en 1897. Lic. Medicina, profesor de secundaria, prosista. Primer Premio Municipal de Poesía (1926). Presidente de la Sociedad de Escritores. Primer Premio Nacional de Poesía (1933-37). Su hijo, el también poeta César, ha trabajado mucho por el mantenimiento de su obra. Poemarios: Las iniciales del misal (1915), Intermedio provinciano (1916), Ciudad (1917), Por el amor y por ella (1918), Campo argentino (1919), Versos de negrita (1920), Nuevos poemas (1921), Mil novecientos veintidós (1922), Canto de amor, de luz, de agua (1922), El hogar en el campo (1923), Aldea española (1925), El hijo (1926), Décimas (1928), Poesía (1928), Sonetos (1929), Último cofre de Negrita (1929), Cuadernillo de verano (1931), Dos poemas (1935), Romances (1936), Seguidillas (1936), Continuación (1938), Buenos Aires (Ciudad, pueblo, campo) (1941), Yo médico, yo catedrático (1941), Antología poética (1941), San José de Flores (1943), Parva (1949), Viaje del Tucumán (1949), Ciudad (1949), Suplementos (1950), Penumbra. Libro de Marcela (1951)
SETENTA BALCONES Y NINGUNA FLOR
Setenta balcones hay en esta casa,
setenta balcones y ninguna flor.
¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa?
¿Odian el perfume, odian el color?
La piedra desnuda de tristeza agobia,
¡dan una tristeza los negros balcones!
¿No hay en esta casa una niña novia?
¿No hay algún poeta bobo de ilusiones?
¿Ninguno desea ver tras los cristales
una diminuta copia de jardín?
¿En la piedra blanca trepar los rosales,
en los hierros negros abrirse un jazmín?
Si no aman las plantas, no amarán al ave,
no sabrán de música, de rimas, de amor...
Nunca se oirá un beso, jamás se oirá un clave.
¡Setenta balcones y ninguna flor!
LA TORRE MÁS ALTA
La torre más alta, madre,
es la torre de aquel pueblo;
la torre de aquella iglesia
hunde su cruz en el cielo.
Dime, madre: ¿hay otra torre
más alta en el mundo entero?
Esa torre sólo es alta,
hijo mío, en tu recuerdo.
Tu brazo de siete años
alcanzaba sin esfuerzo
una piedra a sus campanas,
¿te acuerdas, hijo?. Me acuerdo...
COMENTARIOS
Baldomero Fernández Moreno fue un gran lírico que, con extrema dedicación, les cantó al amor y a la tierra -hogar y patria- para iniciar de esa manera lo cotidiano en la poesía argentina. Escaló altas cimas de popularidad y, algo poco frecuente en esos casos, recibió también el reconocimiento de la crítica. Este poeta se inspira en lo más simple para elevarlo a la categoría de una plácida sencillez. Cualquier tema, por voluble e insignificante que pueda parecer, en sus versos se transforma en belleza poética. En pocas y certeras palabras lo describe Federico Carlos Sainz de Robles: Fernández Moreno tiene una emotividad deliciosa, una ternura conmovedora, un colorido de gamas impresionantes, una gracia inmejorable para exaltar las bellezas íntimas de los seres, de los hechos y de las cosas; una musicalidad más recóndita e inolvidable que estruendosa. (Luis Mario)
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Baldomero FERNÁNDEZ MORENO
