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Una antología de la Asociación Prometeo de Poesía

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Poesía de Siempre      José Ángel VALENTE


José Ángel VALENTE







La antología Poesía de Siempre se ha preparado con 50 poetas de lengua española contenidos en el libro Poetas del pasado, de Juan Ruiz de Torres, más otros seleccionados, ilustrados y comentados por distintos antólogos cualificados, en varios países.

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BIOGRAFÍA.
Orense (España), 1929 - Almería, 2000. Lic. y M.A. en Filología Románica. Profesor universitario de Literatura. Funcionario NN.UU. Crítico, ensayista, traductor, narrador. Poemarios: A modo de esperanza (1955), Poemas a Lázaro (1960), Sobre el lugar del canto (1963), La memoria y los signos (1966), Siete representaciones (1967), Breve son (1968), Presentación y memorial para un monumento (1970), El inocente (1970), Treinta y siete fragmentos (1971), Interior con figuras (1976), Material memoria (1979), Obra poética I. Punto cero, 1953-1976 (obra; 1980), Estancias (1981), Tres lecciones de tinieblas (1980), Noventa y nueve poemas (antol. 1981), Seis cantigas de Alem (1981), Mandorla (1982), Tránsito (1982), Nueve anunciaciones (1982), El fulgor (1984), Nueve poemas (1986), Al dios del lugar (1989), Entrada en materia (antol. 1985, 1989), Los ojos deseados (1990), Las ínsulas extrañas (1991), No amanece el cantor (1992), El silencio y la escucha (1995), Cantigas de Alén (1996), Obra poética II. Material memoria, 1979-1992 (1999), Fragmentos de un libro futuro (póst. 2000). Entre sus premios, "Adonais" (1955), Crítica (1960 y 1980), Principe de Asturias (1988), Nacional (1993 y 2001), Reina Sofía (1998).


MANDORLA

Estás oscura en tu concavidad
y en tu secreta sombra contenida,
inscrita en ti.

Acaricié tu sangre.

Me entraste al fondo de tu noche ebrio
de claridad.

Mandorla.


ESTABAS DESLEÍDA EN LA DULZURA
de los secretos jugos de tu cuerpo
y te llevaba el agua
como a una larga cabellera verde
engendrada en los limos
obstinados del fondo.

Era tu forma ese deshacimiento.
Brotar.
Fluir.
Abandonarse.
Bajaba el aire hasta los límites
perfectos de tu piel.
Blancura.
Y ya oblicuo, el poniente la encendía
para nacer de ti aquella tarde
de qué lugar, qué tiempo, qué memoria.

(De Orillas del Sar)


COMENTARIOS
La trayectoria literaria de José Ángel Valente constituye uno de los más coherentes ejemplos de indagación poética de la segunda mitad del siglo XX en lengua española. Comienza con dos obras que le convierten, junto con Claudio Rodríguez, en el principal poeta de su generación: A modo de esperanza (1953-1954) -título en el que es constante la contraposición entre la esperanza del título y la muerte- y Poemas a Lázaro (1955-1960), libro que esboza otros dos temas que, con el tiempo, serán los que terminen por presidir su obra: la metapoesía y la búsqueda metafísico-mística. Destacan en la primera mitad de su obra dos libros escritos a comienzos de los 70: Treinta y siete fragmentos (1971) e Interior con figuras (1973-1976), libros cada vez más abstractos en los que ya son frecuentes los poemas cortos, en los que acaso escuchamos la voz más suya. Material memoria (1977) marca su entrada en el texto poético en prosa, y con el magistral Tres lecciones de tinieblas (1980) -libro en el que cada poema está dedicado a una letra del alfabeto judío- comienza la muy extensa etapa final de su obra. Valente se convierte entonces en un poeta esencial, minimalista, económico, que profiere con frecuencia palabras aisladas como si quisiera escuchar el eco que dejan en la hoja al ser escritas. El fulgor (1984), Al dios del lugar (1989) y No amanece el cantor (1992) son títulos en los que escuchamos a un Valente que está solo, que busca solo, que se persigue acaso a sí mismo. Los poemas aparentemente recogen bloques de su discurso interior in medias res. Fragmentos de un libro futuro, aparecido en 2000, es el libro póstumo con el que José Ángel Valente ingresa en el silencio. (Alvaro Fierro)