www.prometeodigital.org

Una creación de la Asociación Prometeo de Poesía

Portada ] Mapa/Contenido ] Nosotros ] AIP ] APP ] Novedades ]

Muestra s.XXI   Reinaldo JIMÉNEZ MORALES


Reinaldo JIMÉNEZ MORALES







Los interesados pueden encontrar más información sobre los poetas incluidos en esta Muestra Siglo XXI de la Poesía en Español en la base de datos I.R.P.E., actualizada hasta mediados de 2004 y que permite búsquedas paramétricas (36 parámetros) sobre 4700 poetas de la lengua castellana.
Ver detalles en: I.R.P.E. versión 2.0

Inicio sección
  Poetas incluidos
     De la H a la K
  Análisis Arquetípico
   

BIOGRAFÍA.
Almuñécar, Granada (España), 1969. Reside en Murcia. Maestro, estudios de Filología. Cofundador del grupo "Espartaria de poesía". Poemarios publicados: "O la sien sobre el lodo" (2000), "Paisajes sobre el agua" (2003). Ha publicado poesía para niños. Premios a poemarios: Emma Egea (2000), Tardor (2002).

Ficha en el I.R.P.E.: 0322.
Correo electrónico: reinaldoj2@hotmail.com
Página web: www.reinaldojimenez.com


LEGADO

Nada puedo ofrecerte que te ayude
a vivir. Ni siquiera estas palabras de ahora
que se irán apagando en su afán contra el tiempo
y que a mí solamente al pronunciarlas salvan
de no estar tan perdido.
Que te acompañe siempre la luz que hay en las cosas
y que sepas en una flor o un ave
resolver la más honda tristeza de tus dudas.
Que no empañen los hombres tu don de la alegría
y el confín más lejano que tus ojos
contemplen sea la inmensa planicie de unas manos
que te amen. Que ese dios al que alces en la noche
tu plegaria te sea humanamente bueno
y en la impiedad del mundo no naufrague
tu amor. Que no te asombres si al ir creciendo te haces
cada vez más pequeño: es el milagro
que no alcanzo a explicarte y te deseo.

(2002)


LOS AMANTES

Cómo podrá perderse en el confín
del tiempo este momento,
contra qué oscuridad se romperá
su luz, qué lejanía
lo borrará por siempre y de qué modo.
hora estás desnuda y en el cuarto
en penumbra tu cuerpo desbarata las sombras.
Quizá un dios nos contemple
desde su cima umbría que se haga de la luz
que del amor nos roba y en su fe
aguardemos acaso esa limosna amarga
de este instante que huye:
haber sido dichosos en el amor del otro.
Qué esta lumbre de ahora en su ser
permanezca. Qué solamente sea
ofrenda nuestra carne para su eterno fuego
y que esta luz se salve
de su impiedad oscura.

(2002)